NOTICIAS

Imagen

Cuatro de cada diez jóvenes andaluces cree que una relación de pareja les afecta de forma negativa

Según un estudio de la Universidad de Granada en el que han participado alumnos de doce institutos, muchas chicas aún no identifican conductas que derivan en violencia de género y acoso.

Cuatro de cada diez jóvenes andaluces de entre 12 y 18 años cree que mantener una relación de pareja afecta negativamente a sus vidas. Así lo refleja un estudio denominado 'La caja negra del fracaso escolar', coordinado por investigadores de la Universidad de Granada y en el que han participado estudiantes de doce institutos de Secundaria de toda la comunidad autónoma.

Las conclusiones, dadas a conocer este 23 de noviembre en Granada, resaltan que entre los jóvenes «predomina claramente un modelo de amor en la pareja desde un carácter romántico pero que se basa en los celos, el control y la violencia simbólica«, algo que tiene »fuertes consecuencias emocionales para la persona implicada«. Este modelo deriva muchas veces en violencia de género, que no siempre está identificada por las chicas y en acoso sexual.

En vísperas del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se conmemora este 25 de noviembre, se han dado a conocer los resultados de un total de 220 entrevistas y 614 encuestas en doce institutos, cuatro de ellos en zonas rurales, para chicos que cursan Educación Secundaria Obligatoria con la idea, según los investigadores, de identificar los elementos que forman la «Cultura del Romance» en la adolescencia y comprender así su incidencia sobre la construcción de trayectorias de éxito/fracaso escolar en la ESO.

El grupo investigador ha estado integrado por 16 mujeres y 7 hombres de las universidades españolas de Granada, Almería, Jaén y Valencia, así como de las de Oporto (Portugal), Nottingham Trent University (Reino Unido) y Sassari (Italia). La coordinación y financiación ha corrido a cargo de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía y por fondos europeos.

Los resultados revelan que los chicos que consideran que tener pareja influye negativamente en sus vidas señalan argumentos tales como llegar tarde por ella a causa de los enfados, que ellas le han querido influir mal, o distraerse debido a las peleas con ellas. Por el contrario, las chicas argumentan desorden mental o dejar de estudiar por apatía hasta llegar al absentismo por la necesidad de ver a su novio todos los días.

Según los datos obtenidos en este estudio, la influencia de tener pareja sobre los estudios es claramente superior en las chicas, ya sea en el aspecto positivo o en el negativo.

«Al pensar en tu pareja no te concentras bien»

Además, el 34,8% de personas encuestadas que reconoce que la relación de pareja le afecta negativamente considera que es debido a la pérdida de tiempo y de concentración. «Al querer hablar con la pareja se pierde mucho tiempo; al estar pensando en él/ella no te concentras bien», indican algunos de los/as participantes.

Algunas personas hablan de que les influye negativamente «porque los desestabiliza mentalmente y reducen el tiempo que se dedican a ellos mismos o a sus estudios». Esta distracción es mayor que en las chicas, ya que el 64,2% de ellas confiesa que utiliza las redes sociales para mantener el contacto con su pareja. Un 46,1% reconoce utilizarlas para ejercer un control sobre lo que hace la persona que le gusta o su pareja.

El trabajo muestra que la Cultura del Romance Adolescente está formada por ocho dimensiones: edad, amor, pareja, sexualidad, pornografía, redes sociales, referentes culturales y grupo de amistad. «En la muestra de nuestro estudio predomina claramente un modelo de amor romantizado, en que la pareja es, a menudo, calificada como tóxica.

La sexualidad muestra una evidente falta de consentimiento derivada de una cultura de la violación, a lo que contribuye la pornificación de la sexualidad, debida al frecuente consumo de pornografía mainstream entre adolescentes», han destacado Mar Venegas y José Luis Paniza durante la presentación del estudio.

Este modelo es producido y reforzado por dos dimensiones: las redes sociales, cuyo uso es masivo, sobre todo mediante el teléfono móvil, que aparece como dispositivo de control sobre la pareja, y el consumo generalizado de referentes culturales tales como música, principalmente reguetón, o series de televisión.

«Me controlaba absolutamente todo»

Entre los testimonios recabados entre adolescentes participantes en este estudio, el dolor aparece a menudo normalizado como inherente a la pareja. «Me controlaba absolutamente todo. Dónde vas, qué haces, mándame una foto de con quién estás, tus conversaciones de WhatsApp, de Instagram, dame tu contraseña. (…) Duramos nueve meses. (…) Bueno, aún así, yo estaba, yo qué sé, yo estaba bien. (…) Mi madre ha sido la que me ha salvado, la verdad, de eso. Si no, todavía seguiría diciéndome que me va a pegar», expresaba una de las participantes, de 13 años.

El control y los celos construyen, en gran medida, la forma en que se establecen las relaciones afectivosexuales adolescentes. «A tenor de estos datos, cabría pensar que la cultura del romance en la adolescencia está muy ligada a un modelo ideal de pareja tradicional, monógama, basada en la posesividad y el control», han destacado Venegas y Paniza.

Además, existe una diferencia evidente entre primer ciclo de la ESO (12-13 años), en el que la mayoría dice no haber tenido experiencias sexuales; y el ciclo (14-15 años), cuando una minoría ya ha tenido sus primeras relaciones con penetración. El 33,4 % de personas encuestadas que afirma haber tenido pareja (o 'rollo', como prefieren denominarlo) reconoce haber hecho el amor alguna vez.

La pornografía es la principal fuente de información sexual para la adolescencia andaluza:: casi un 34% de ellos y de ellas reconoce haber aprendido algo sobre sexo mediante la pornografía. Además, la mayoría de participantes asegura utilizar las redes sociales más de cinco horas al día como media, y el 36,5% de las personas repetidoras de curso utiliza las redes sociales más de 6 horas diarias.

También la violencia de género vicaria (utilizar a los hijos/as para hacer daño a la madre) tiene una incidencia destacada entre la adolescencia andaluza. Las redes sociales parecen haber incrementado la capacidad de control. «No hay ni una sola persona adolescente en las 220 entrevistas analizadas que identifique este grave problema como una forma más de expresión de la violencia de género», han incidido los investigadores.

Uso sexualizado de las redes sociales

Un 5,2% de la muestra reconoce que comparte fotos de contenido sexual con su pareja, y un 4,1%, con sus amigos. Los chicos hacen un uso más sexualizado de las redes, ya que, en comparación con las chicas, ellos las utilizan más para ligar o buscar pareja, o para compartir fotos sexuales con la pareja o con sus amigos.

Por otro lado, la música es un referente cultural destacado. «Quienes escuchan más de tres horas al día de música tienen 10 puntos porcentuales más de probabilidad de repetir curso -explican Venegas y Paniza-. El estilo de música más escuchado es el reguetón, y se ha demostrado que el tiempo empleado en el ocio digital va en detrimento de los estudios».

Igualmente, tres de cada diez personas encuestadas reconocen haber sufrido acoso escolar, una situación en la que emerge la falta de autoestima en muchas personas participantes, que llegan incluso a pensar en el suicidio. Ser heterosexual reduce las posibilidades de sufrir acoso, mientras que ser bisexual las aumenta en un 68,8%, yser pansexual, asexual u homosexual, un 36,8%. Prácticamente cuatro de cada diez estudiantes que repiten señalan que han sufrido acoso en su trayectoria educativa.

De entre las dimensiones que forman la cultura del romance, la pareja afecta negativamente más sobre las trayectorias escolares en el caso de las chicas del estudio. La pareja obsesiona y distrae, pero la causa más destacada es la violencia de género, que sólo aparece en las trayectorias escolares marcadas por la repetición de curso, pero no en las de éxito escolar de las chicas. «Me pongo a mirar el libro y no leo… Es que falto mucho a clase porque también he estado fatal de la mente por el tema del novio (…) Uf, me desordena todo (…). Esa persona me quita mucho», destaca una de las participantes, de 16 años, en su testimonio.

Las chicas que la sufren no siempre son conscientes de ello. El control del chico, la dependencia emocional de la chica respecto del chico, y el malestar que provoca el conflicto aparecen a menudo en las entrevistas de las chicas. «Conocí a un niño que me arruinó la vida por decirlo así, porque fue mi primer amor por decirlo así. Pero no sé si era amor, si era obsesión o algo… inestabilidad emocional». Esas situaciones pueden actuar como desincentivo para ir al instituto para evitar coincidir con esa persona: «me quitaba las ganas de venir a clase porque estaba él y no lo quería ver», reconoce esta chica de sólo 15 años.

Otras conclusiones

A la luz de los resultados, Mar Venegas y José Luis Paniza concluyen que la estructura más básica de las formas de relación afectivosexual entre chicas y chicos continúa reproduciendo una desigualdad estructural que es la responsable de esta elevada incidencia de la violencia de género.

La masculinidad heteronormativa impera en expresiones como «Por las noches los chicos deben acompañar a las chicas hasta su casa para que no les ocurra nada malo» o «Las chicas tienen una mayor sensibilidad hacia los sentimientos de los demás que los chicos», sobre las que existe un alto grado de acuerdo (52,8% y 38,9% respectivamente), si bien, el 49,5% de participantes dice estar en desacuerdo con la afirmación: «Las chicas, con la excusa de la igualdad, pretenden tener más poder que los chicos».

Pese a la reproducción social de la desigualdad de género, el telón de fondo ha cambiado severamente, debido a dos grandes fenómenos: la irrupción de las redes sociales y el uso del móvil, pero también una actitud generalizada de respeto hacia la diversidad sexual, corporal y de género, y ciertos tintes de cambio en los modelos de amor y relación.

Fuente

ABC de Andalucía, 23 de noviembre de 2023

Publicaciones recientes

Venegas, M. (2022). Relationships and sex education in the age of anti-gender movements: what challenges for democracy? Sex Education. Sexuality, Society and Learning, 24(4), 481-495.

Rodríguez, A. y Venegas, M. (editoras) (2021). Infancia y juventud: retos sociales y para la democracia, Tirant lo Blanch, 1-243.

 

Sobre nosotros

Somos un equipo de trabajo formado por investigadoras e investigadores de diversas universidades europeas tanto nacionales como internacionales: Universidad de Granada (Campus de Granada y Melilla),Universidad de Almería, Universidad de Jaén, Universidad de Málaga, Universidad de Valencia, Universidad Española de Educación a Distancia (UNED), Universidade do Porto (Portugal), Nottingham Trent University (Reino Unido), y Universidad de Sassari (Italia).

Nuestra experiencia docente e investigadora se encuentra vinculada a las diversas metodologías y temáticas que se abordan en los proyectos TraSPASA y Romance Succ-Ed, destacando algunas como las relaciones afectivosexuales, la cultura del romance y el éxito/fracaso escolar.

Contacto

Departamento de Sociología. Universidad de Granada
Facultad de Ciencias Políticas y Sociología
C/ Rector López Argüeta, s/n. 18071 Granada (España)

contacto@sexoafectivate.com

 

 

 

Sitio web desarrollado por       
Rector21